¡Pa’ que sepas! La luz y la cerveza

Bienvenido/a de nuevo a ¡Pa’ que sepas!, tu serie rápida y clara para entender el lenguaje de la cerveza artesanal. Hoy vamos a explicar la relación negativa entre la luz y la cerveza.

A veces una cerveza huele “a zorrillo” y la causa es la luz. Cuando la luz, sobre todo del sol o lámparas fuertes, le da a la cerveza, reacciona con compuestos del lúpulo y se forma un aroma súper intenso e inconfundible. Esto puede pasar en minutos.

Las latas protegen por completo porque no entra luz. Las botellas marrones protegen mejor. Las verdes y claras casi no protegen. Si te gusta una cerveza en botella clara o verde, cuídala del sol directo.

Pero esto no lo causa la temperatura por sí sola. El frío no “daña” la cerveza en ese sentido. El calor acelera otros problemas, pero el olor “skunky” viene de la luz. También puede ocurrir en el vaso si lo dejas bajo el sol, aunque la cerveza haya estado bien almacenada.

Cómo evitarlo de manera sencillo: guarda las botellas lejos de la luz, usa neveras cerradas, no las dejes en el carro, y en la barra evita poner la botella junto a ventanas o bajo luces muy fuertes. Si vas a estar afuera, sirve y mantén el envase cubierto.

¿Te gustó esta cápsula cervecera? Comparte este artículo con tu familia y amistades y sigue pendiente a la próximo de ¡Pa’ que sepas!, donde explicamos más términos del mundo cervecero, sin complicaciones.

Gustavo Franceschini

Cicerone® Certified Beer Server

Creador de Craft Beer Generation. 15 años de experiencia escribiendo para medios digitales, agencias de publicidad y prensa escrita. Padre, consultor, podcaster, conferenciante, estratega y entusiasta de la fotografía.

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