El mal trato a los clientes es una razón por la cual los negocios se caen (Actualizado 4/17)
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Lo peor que
puede hacer un negocio es tratar mal a sus clientes y darle preferencias a unos
clientes sobre otros. Una cosa es reconocer a los clientes fijos o regulares, otra cosa es
tratar ciertos clientes fijos mejor que otros clientes fijos; al final, todos
son clientes y todos son igual de importante.
Este es el caso de lo que experimenté en la noche del viernes en Kenepas Cafe en la Plaza de Ponce. Yo visito dicho lugar al menos una vez a la semana (soy el "major" en Foursquare) ya que ofrece un ambiente entretenido, tengo muchas amistades que visitan el lugar y conozco los “bartenders”, quienes son tremendas personas. Pero a pesar de visitar el lugar todas las semanas, no fue suficiente para que uno de los “bouncers” provocara lo siguiente.
Trataba de entrar a Kenepas y el “bouncer” no me dejó entrar porque tenía una "t-shirt". No planeaba ir a Kenepas ese día, pues la salida fue improvisada a última hora. Siempre que pienso visitar dicho lugar suelo ir con una camisa de vestir, pero la "t-shirt" que llevaba no tenía diseños llamativos, era gris con un logo pequeño PUMA del mismo color.
Normalmente que me digan esto no me molesta, pero al ver tres personas salir del lugar con "t-shirt" le pregunté y le señalé a uno de ellos. Al yo cuestionarle esto el me indica que el es cliente fijo, a lo cual le contesto que yo vengo todas las semanas. El “bouncer” entonces me dice que esa persona viene todos los días.
Ya en dicho momento ya estaba molesto por la preferencia que el “bouncer” le daba a esta persona, porque unos vienen más días que otros. Le indico mi molestia a lo que el me contesta que yo también tengo "tennis". A lo cual le respondo que la otra persona que tiene "t-shirt" también tiene "tennis", e incluso, los de esa persona tenían muchos colores y los míos solo tienen dos y no son tan llamativos como los de el. En resumidas cuentas, mi "t-shirt" y "tennis" pasan desapercibido comparado con la otra persona. Es más, yo nunca he ido con zapatos a este lugar, siempre voy en "tennis", incluso cuando voy con camisa de vestir. En adición yo he ido allí con "t-shirts" los viernes.
Este tipo de cosas dañan la imagen de los negocios ante los clientes. Si vas a implementar un código de vestimenta, debes implantarlo para todos. Como mencioné orita, no planeaba ir allí y por eso fui con "t-shirt". Pero si el otro es un cliente más fijo que yo, debe conocerse el código de vestimenta de arriba a abajo, no? Además en el lugar no había mucha gente y yo siempre consumo, no voy a los sitios a mirarle la cara a nadie. Si no quieren mi dinero, no hay problema. No importa cuan fiel sea un cliente, puede venir otro allí que nunca halla ido o que vaya ocasionalmente y gaste más que lo que gasta ese cliente fijo en una semana.
¿Y qué de los turistas? Los viernes los he visto allí con “t-shirt” y pantalones cortos.
No quise preguntar por el gerente, aún sabiendo quien es, porque ya no me interesaba entrar. Pude haber entrado, pero la situación no me agradó en lo absoluto y tampoco me moría por entrar, así que no valía la pena hablar con la gerencia. Terminé moviéndome a un lugar que me habían contado que aún no había ido y la pasé mucho mejor. Les recomiendo el Bodegón de Asturias en el pueblo de Ponce por si aún no lo han visitado.
Lamentablemente el no ser un cliente tan fijo como para entrar a Kenepas en la noche del viernes provoca que no vuelva a visitar dicho lugar más, ni lo recomendaré. De todas formas el lugar ya no es lo que era antes y las visitas han bajado muchísimo en los últimos meses. Si no soy un cliente tan fijo para entrar una noche a este lugar, no intentaré entrar más, ni como cliente fijo, regular o casual.
Actualizado 17 de abril de 2013 - 8:00pm
Así como se dicen las cosas malas, hay que decir las cosas buenas. El propietario de Kenepas Carlos Noel se comunicó durante la noche de ayer martes 16 de abril y hoy miércoles 17 con este servidor para disculparse por lo que aconteció el pasado viernes 12 de abril.
En la conversación que sostuvimos, el propietario de Kenepas humilde y genuinamente, se mostró preocupado por lo sucedido y por esto procedió a comunicarse conmigo. Hay que reconocer que son muy pocos los propietarios que reconocerían esto y tomaran el paso de corregir.
Acepto las disculpas de la gerencia de Kenepas como todo un caballero y se que tomarán medidas correctivas para que esto no vuelva a suceder y continúen ofreciendo un buen lugar de entretenimiento y ocio en la ciudad Señorial.