Si hay algo que diferencia a los amantes de la cerveza artesanal de los que no lo son es que los primeros no se quejan por el precio de una cerveza artesanal. Por su parte los que no son amantes tienden a quejarse por el precio que cuesta una botella, “six-pack” o “four-pack”.  Esto se debe a que éstos últimos no tiene una idea clara de lo que conlleva la elaboración de una cerveza artesanal.

La gráfica presentada abajo por Huffington Post muestra como se dividen los gastos entre materiales, embotellamiento, mercadeo, impuestos, distribución y venta final en los Estados Unidos. Aquí nos da una idea del poco por ciento que se lleva un elaborador, versus lo que puede llevarse un distribuidor o negocio que se la vende al consumidor final.

Cabe señalar que el por ciento de materiales solo toma en consideración la malta, levadura y lúpulos, tomando por ejemplo una cerveza no muy compleja. Pero algunas cervezas pueden llevar más de un tipo de lúpulo, granos adicionales, especias., frutas, etc.

En Puerto Rico los precios pueden ser más altos, comparados con los precios en Estados Unidos, ya que hay que tomar en consideración que los distribuidores gastan más en traerlas “overseas” versus los distribuidores en Estados Unidos quienes las obtienen por camión. 

En el caso de las cervecerías locales, éstas en su gran mayoría embotellan y distribuyen sus cervezas, lo que les resulta en un costo adicional y que un muchos casos les resta tiempo de seguir elaborando cerveza. También tienes que sumarle los altos impuestos, renta del local, luz, agua, préstamos, etc. No solo eso, en algunos casos la cervecería esta compuesta por una sola persona.

En mi opinión pienso que una cerveza artesanal es una obra de arte, unas las valoro más que otras, pero cada una tiene su precio. Y yo seguiré pagando el precio que tengan, siempre que sea justo, ya que se que por lo que estoy pagando es calidad.